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Como nos hicieron dependientes a una necesidad artificial.

 Mi desconexión y alejamiento de las redes sociales convencionales lo he anunciado en repetidas oportunidades a lo largo del blog, y hoy vengo a criticar algo que de forma lamentable demostró lo fácil que es crear una necesidad falsa en la mene humana y crear patrones de conducta nuevos solo con implementar algo nuevo que afecte de forma directa o indirecta la cotidianidad de la persona, hablemos de los "stories" o las "historias" en las redes sociales, aquellos posts temporales que duran solo 1 día subidos y tienen un tiempo de visualización estandar de 10 segundos (al menos que el usuario haga click para que este tiempo se congele)

Para hacer la reflexión es tan sencillo como pensar ¿Qué hacía yo antes de que los stories existieran? pues usabas ese tiempo en otra cosa, pero como no existían, no era una necesidad, se podía tener una vida absolutamente normal y sana sin esa característica de las apps, pero... ¿Te puedes imaginar tu vida actual sin el uso de los stories? Tanto los stories que consumes como los que tú subes.

Dejando de lado el uso de los mismos para motivos publicitarios de productos o servicios que las personas pueden ofrecer a través de los mismos, los individuos se ofrecen a ellos mismos a través de estos, te ofreces como un producto consumible que cobrará una unidad de tiempo que la otra persona no podrá recuperar. Quizá 10 segundos te parezca poco, o solo el segundo antes que le des a saltar, pero 10 segundos por 60 contactos que suban un story son 600 segundos, 600 segundos son 10 minutos, 10 minutos al día por 1 mes son 300 minutos o el equivalente a 3 horas, por 1 año sería 36 horas de contenido que consumes del cual no recuerdas absolutamente nada porque eran imágenes o vídeos afímeros que narraban la cotidianidad de la vida de otras personas, 36 horas de tu vida que son un completo blackout, imagina haber pasado 1 día y medio en coma, pues es eso.

Incluso el ejemplo anterior se queda corto, porque la realidad es muy diferente a lo moderado que fu el ejemplo anterior, muchas personas por mera costumbre, por algo que empezó como lo trending o lo innovador, en una época donde quizá por ser nuevo y querer quitar el punto que aparece en whatsapp el cual e avisa que hay stories que no has visto, o por querer conocer la vida de sus seguidos en instagram, terminaron creando patrones de conducta casi irremediables a la hora de consumir las historias de otras persona, así estas ni lo entretengan, ni lo hagan sentir nada, o ni siquiera le interesen en lo más mínimo, PERO ES TANTO EL TIEMPO QUE LO LLEVAN HACIENDO QUE PASÓ A SER UN COMPORTAMIENTO NATURAL, ahora están cubriendo una necesidad que fue creada de la nada, y pasando un tiempo que no se podrá recuperar consumiendo un contenido que no recordarán.

El hecho de como el equipo de psicólogos que están detrás de las grandes empresas que manejan las redes sociales, como encuentran métodos para que de forma casual crear esos botones de endorfina, y que de una forma u otra lograr alterar el comportamiento del consumidor de su red para que este pase más tiempo usando la misma es increíble.

Ahora para plantear el mismo problema pero desde otra perspectiva ¿Qué necesidad tengo yo de mostrarle mi vida a los demás? ¿Qué necesidad tengo yo de mostrar una foto mía a mis contactos? ¿Qué necesidad tengo yo de mostrar lo que he comido? ¿Yo tenía esta necesidad ante, no, por qué la tengo ahora? ¿Qué necesidad tengo yo de ver la vida de los demás?¿Por qué me interesa saber cuantas personas vieron mi historia si nisiquiera poseo una relación cercana con ellos?

Al planearte todas esa preguntas de forma seria te puedes dar cuenta de lo ilógico que es subir una selfie a una red social, al menos llegar a esa conclusión fue lo que hizo que terminara de romper mis relaciones con aquellas redes sociales que te exigen un constante compartir superficial de intereses y de tu propia vida, como instagram y facebook, o sea, si un amigo realmente quiere saber de tu vida te escribe o te llama, se encargará de comunicarte contigo, pero la sensación que sientes cuando te ven, ese tipo de exhibicionismo artificial que las redes influenciaron en tu comportamiento, NO PUEDE NI PODRÁ reemplazar la comunicación humana, cuando dejé de prestarle atención a mi visualización en internet, porque me di cuenta que realmente no le importo a todo ese montón de gente que podía alcanzar, y le dediqué ese tiempo a estar conmigo mismo y compartir eventualmente con las personas que me importan, te das cuenta de todo el tiempo perdido en necesidades artificiales que al final no te van a dejar nada ni a corto ni a largo plazo, más que tu conducta siga siendo esclava de la dependencia que tienes hacia el uso de una aplicación.

Las redes sociales te alejan de las personas, los individuos son más que solo 10 segundos los cuales olvidarás, las personas que realmente quieren saber de ti te lo hacen saber, que te vean no es sinónimo de compañía, como el que tu veas no es sinónimo de acompañamiento, el exhibicionismo y voyeurismo a través de las redes ha sido normalizado, satanizando de esta forma las conductas reservadas o conservadoras.

10/05/2020 Gustavo A. Nouel Yepez

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