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Ancla al principio de autodestructividad, las creencias irracionales.


    Las creencias irracionales son el ancla que atan a la especie humana a sus orígenes más primitivos, a esa época donde la limitada razón casi netamente animal no encontraba explicaciones para fenómenos como la lluvia, el fuego, la sequía, la luz... con el paso del tiempo han ido mutando, han ido adaptándose a las necesidades de las sociedades para las que estas sirven, han ido sirviendo como medio para distintos objetivos, no solo el otorgar una respuesta, sino un sentido de identidad.

    Así como lo planteaba Nietzsche en sus escritos, y ahí coincido con él con que no solo estaba adelantado un siglo a su época, sino varios siglos... el hombre sólo será capaz de darle un sentido real a su vida si logra hacerlo por si mismo, y si hace uso de su propia capacidad de razonamiento y experiencias propias para la creación y forjamiento de su ética y moral, es increíble que ya hayan pasado varios milenios desde la creación de las primeras civilizaciones realmente ordenadas y con un imperio de ley, y que la gran mayoría de los seres humanos sean incapaces de forjar su ética y moral por ellos mismos.

    Con esto quiero decir, que a pesar de aspirar a una sociedad orientada a la ciencia, trabajo y estudios, no deseo un pueblo inmoral o anárquico, de hecho deseo que las personas sean lo suficientemente capaces para razonar que gracias a la civilización poseen el estilo de vida que tienen, que gracias a los avances tecnológicos poseen los lujos que poseen, que gracias a el trabajo propio pueden obtener bienestar y darle un rumbo a su leve estadía en este planeta. El hecho de cooperar con la sociedad para el beneficio individual como el beneficio social sea algo lógico y que no deba sustentarse en creencias irracionales.

    La mayoría de las guerras alrededor del mundo están justificadas por conflictos ideológicos, estas ideologías son tanto políticas como religiosas, obteniendo las políticas un toque bastante irracional por el fanatismo que es capaz de levantar en sus seguidores. Con la llegada de los sentimientos a la cabina de comandos, se acaba la capacidad para tomar decisiones de forma lógica. Y son estas ideologías y creencias las que mantienen el principio de autodestructividad activo en la especie humana, son las que se siguen cobrando vidas alrededor del mundo, las que siguen cortando o eliminando libertades esenciales de las personas, cómo limitando su alcance a una educación imparcial y científica, son estas creencias las que anclan a la humanidad al conformismo sistemático del presente.

    Anhelo que el ser humano, sea donde sea que esté ubicado en el globo, pueda otorgarle un sentido a su vida adaptándose a la modernidad, conociendo sus libertades como respetando las libertades ajenas, que en vez de invertir horas al día rezándole o comunicándose con cualquier dios de cualquier nombre, invierta ese tiempo en si mismo cómo aportando un grano de arena a la sociedad que le ha dado todo, y a todo me refiero a esta herencia cultural que nos hace más que cualquier primate, pero que sin ella seríamos incluso menos que cualquier especie menos inteligente.

    Los seres humanos le debemos todo a esa minoría de personas extraordinarias que tuvieron el ingenio y dedicación para cambiar el mundo y convertirlo en un lugar más optimo para nuestra vida, esa minoría extraordinaria es la que deberíamos seguir de ejemplo y no a las sensaciones y percepciones irracionales que nuestra mente crea para ejecutar una desconexión moral efectiva con el presente que vives. Anhelo más personas conectadas con su civilización, trabajando y estudiando para hacerla un lugar mejor, no personas desconectadas esperando que sensaciones y percepciones que solo tienen poder dentro de su cabeza intenten hacer en este mundo lo que ellos no están dispuestos a hacer.

    Nuestro primer paso para dejar de ser la especie inteligente más estúpida del universo, es quitarle todo el poder que tienen esas entidades imaginares sobre nuestro comportamiento, y otorgarnos ese poder a nosotros mismos, obtener satisfacción de nuestros actos y no de nuestros deseos positivos, vale más aquel que actúa así sea de mala gana que aquel que desea con todo su corazón pero no mueve un solo dedo. 

El mundo cambia es gracias a los actos impulsados por pensamientos, no por pensamientos impulsados por deseos irracionales.

Gustavo A. Nouel Yepez. 23/10/2020

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