Una de las afirmaciones más importantes con las que puedes identificar cualquier masa, o grupo de personas que luchan o proponen algo que al pensarlo en frío parece ilógico, es que las masas son sentimentales y no poseen pensamiento lógico, además de que no se necesita que sea conformada por gente con características similares, sino con gente que se pueda identificar con el mismo sentimiento, esto se sigue viendo al sol de hoy tanto en sociedades subdesarrolladas como la sudamericana, como en el primer mundo. El sentido de pertenencia debido a la soledad que poseen las personas ignorantes es demasiado alto, por lo que cualquier sentimiento unificador con lo que estos puedan identificarse y otorgarles una identidad y familiaridad así sea temporal va a ser visto como una salvación ante sus ojos.
Esto explica la creación de movimientos sociales o grupos, cuyos argumentos se basan en la subjetividad, debido a que existe pruebas científicas y evidencia argumentativa histórica que demuestra el fallo en sus motivos de lucha, la mal dirección de los agentes causales, y la pobre redirección al atacar unas consecuencias que no están relacionadas con su motivo principal. Grupos cómo los neofeministas, los antisistema que no proponen un sistema que funcione, los antivacunas, los terraplanistas, los comunistas, los socialistas, los anarquistas, entre muchos otros que se inclinan por corrientes ideológicas marxistas adaptadas a sus intereses y carencias personales.
Además Le Bon describe que las masas son impetuosas, no sienten miedo debido al que poseen el respaldo de la misma, la mínima chispa de violencia desata una ola capaz de apoderarse de todo el grupo personas dentro de la misma, que en su vida normal y aislados de la masa, no serían violentas son capaces de justificar sus actos en nombre de la masa, es decir, su violencia tenía un fin grupal que va más allá de ellos mismos, ese colectivismo barato que sirve como excusa de un fin superior a cualquier objetivo individual. Por ello se puede presenciar, de hecho contextualizando usando la Venezuela del 29/04/2020 cómo un grupo de personas manifestando por sus derechos, puede pasar rápidamente con solo 1 persona siendo a chispa, a convertirse en un grupo de personas saqueando locales comerciales, o hasta hoteles en sólo un instante.
Los sentimientos de inferioridad no tratados suelen ser los que mantienen vivas estos grupos a lo largo de un tiempo determinado, pero su nulo sustento argumentativo al señalar las causas y consecuencias de su problema o motivo de lucha, es lo que hace que duren poco, además de su falta de líder, los líderes de estas masas son temporales, es el que logre canalizar esos sentimientos en la concentración y va a durar tanto como dure esa euforia colectiva, pero cuando la masa se separe, y luego cada individuo solo analice su comportamiento o la situación, es muy probable que no se integre otra vez, o que en dado caso lo haga con menos disposición.
Las masas solo quieren un culpable según describe Le Bon, uno donde puedan canalizar sus emociones o sentimientos de manera inmediata y no requiera de ninguna justificación lógica o argumental, un culpable tan grande o que posea tanto poder que se le pueda vincular con cualquier problema o consecuencia de manera creíble a simple vista mientras dure la ebriedad sentimental, por ende muchas veces se ve a estas personas culpando de sus problemas a el capitalismo claro, porque el sistema económico que llevó a las naciones a desarrollar toda la tecnología que tú usas para compartir ese tweet antisistema tiene la culpa, y no la tiene el hombre maltratador Danielita a todo el estado, a todos los hombres, a todos los científicos, entre otros muchos agentes que engloben en su totalidad tantas personas que parezca lógico culparlos de algo y salir impune.
Sólo queda esperar que la razón y la evidencia histórica, la educación y el tiempo sean capaces de abrirles los ojos a cualquier persona que forme parte de alguna masa sentimental. Si hay altos índices de violación o maltrato hay demasiados agentes causales que pueden llevar a esto, como poca educación de valores, un sistema judicial que no funcione, complicidad de familiares o conocidos al no querer creer los testimonios de los abusados cultura negacionista de lo inmoral , poco o nulo castigo para el que cometa el crimen, entre otras muchos factores que afectan de manera directa o indirecta a que en una sociedad exista una persona abusadora y una abusada. Que obviamente, si los países tercermundistas se dignaran de salir de ese falso humanismo de izquierda, y limpiaran el sistema judicial, y los componentes de seguridad del estado, e hicieran reformas educativas para que con autoridad y mano dura se construyera desde la raíz una nación de gente trabajadora, educada, centrada, con valores positivos y una cultura basada en el bienestar individual y las libertades respetando las libertades ajenas, quizás todo esto se evitara, pero seguir el ejemplo de países como Singapur, Japón, Corea del Sur, o Europa del norte por lo visto está mal ante los ojos de los gobernantes tercermundistas.
Pero entrar en el debate de quién o quienes son los verdaderos agentes causales de los problemas que estos grupos tratan, es un tema extenso y requiere de cultura, de conocimientos tanto en economía, como historia, política, psicología, antropología, y otras muchas ramas de otras ciencias que hacen funcionar al mundo moderno. Y por este hecho de ser un tema complicado, con decisiones en algunos casos moralmente inadmisibles para la mentalidad del latinoamericano ignorante promedio, pues, se entiende incluso el porque lo resumen todo en un solo agente causal con fácil identificación sentimental para los miembros de la masa, ya que para entender este mundo de verdad y la sociedad que lo hace funcionar se requiere de educación y se requiere de tiempo, se requiere de lógica y motivación, y se requiere de la capacidad para aceptar que la realidad individual es eso, una realidad individual que puede cambiar y hacerse mejor si la persona se lo propone y trabaja por ello, no que mágicamente aparecerá otra mejor realidad sin poner la misma cantidad de esfuerzo del otro lado de la balanza.
El origen de todos los problemas en las naciones latinoamericanas son una educación deficiente, familias rotas, ejemplos a seguir que promueven antivalores, y una nula educación emocional y personal para el desarrollo de facultades individuales que son necesarias para el desenvolvimiento correcto en un mundo tan corrupto.
Al mejorar la educación, se mejoran a los futuros padres, al mejorar a los futuros padres, se mejoran a los futuros hijos, al mejorar a las futuras generaciones se mejoran las familias y la cultura, y al tener una cultura que se construyó en base a un cambio de valores, educativo y personal, se logrará obtener una sociedad propiamente desarrollada.
Gustavo A. Nouel Y. 29/04/2020 9:16 am cuadragésimo séptimo día de cuarentena.
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